
La demanda global de hidrógeno creció un 2% en 2024 respecto a 2023, alcanzando casi los 100 millones de toneladas (Mt), e impulsado principalmente por sectores tradicionales de uso de este vector como el refino o la industria. Sin embargo, la producción de hidrógeno de bajas emisiones (terminología usada por la AIE) creció un 10% en 2024, lo que representa el 1% de la producción total, con estimaciones de alcanzar un millón de toneladas (Mt) a finales de 2025.
La Agencia ha reducido las expectativas de desarrollo del hidrógeno de bajas emisiones a 2030, basándose en los proyectos anunciados que, por primera vez, disminuyen. Las causas son varias: altos costes, incertidumbre de la demanda, regulación no clara sobre la definición del hidrógeno de bajas emisiones en cada país, y desarrollo lento de las infraestructuras.
No obstante, la AIE estima que se producirá un repunte a partir de 2030, atendiendo a los proyectos actualmente operativos o con inversión en firme. En este caso, se superarían los 4 millones de toneladas anuales en 2030, multiplicándose por cinco la producción de 2024, similar a la expansión de otras tecnologías de energía limpia. En España, un 27% de los proyectos están en situación de fuerte potencial, según la AIE, pero dependerá mucho de la normativa.
En cuanto a los costes, en regiones que dependen de importaciones con elevados precios de gas natural, como es el caso de Europa, la producción de hidrógeno renovable podría llegar a ser competitivo en 2030.
China continúa liderando el desarrollo de electrolizadores, con un 65% de la capacidad instalada mundial, frente a otros mercados.
Respecto a la demanda, los acuerdos de compra, fundamentales para la inversión, disminuyeron en 2024, sobre todo en el comercio internacional. Europa pone especial atención en el sector del transporte y la industria, en el marco de la Directiva de Energías Renovables (RED) de la UE, y en la aviación; India, en el refino y los fertilizantes; Japón y Corea, en la generación de energía.
Recomendaciones:
💠Mantener los programas de apoyo para la producción de hidrógeno de bajas emisiones, con un enfoque en proyectos listos para iniciar (“shovel-ready”) que se orienten a aplicaciones existentes.
💠Acelerar la creación de la demanda de hidrógeno y combustibles basados en hidrógeno de bajas emisiones mediante regulación y programas de apoyo en sectores clave.
💠Acelerar el despliegue de infraestructura de hidrógeno eliminando barreras y aprovechando oportunidades.
💠Ampliar el apoyo público para reducir el riesgo tecnológico y facilitar la financiación de proyectos.
💠Apoyar a las economías emergentes y en desarrollo en el avance de la cadena de valor de los productos basados en hidrógeno de bajas emisiones.
Con estas recomendaciones de base, se celebró la mesa redonda sobre el desarrollo del hidrógeno en España, que contó con Alan Ripa Ngkaion de ACCIONAPLUG, Juan Arenal Martín de bp, Juan Manuel Pérez Rodríguez de EDP España, Elena Hernando Ros de Enagás, Cesar Martínez de Endesa, Samuel Pérez de Iberdrola, Olivia Infantes Morales de Moeve, Miguel Ángel Rodríguez Castellote de Naturgy, Henar Rabadán Perucha de repsol, José Miguel Macho Fernández de Siemens Energy, y Ana Padilla Moreno, de Enerclub, como moderadora.
Para aprovechar la ventaja competitiva de España, entre otros aspectos, los ponentes subrayaron la importancia de las ayudas para incentivar las inversiones apoyando los proyectos más maduros y agilizando los trámites; la necesidad de que la regulación, propicie un mercado predecible y teniendo en cuenta la autonomía tecnológica; la relevancia que juegan las redes y su acceso, incluyendo el nuevo modelo retributivo para incentivar su desarrollo; impulsar las infraestructuras para acercar producción y demanda, y su efecto tractor sobre las cadenas de valor. Y estimular la demanda empezando por los sectores que ya son consumidores y los más difíciles de descarbonizar, como el marítimo o la aviación.
Informe disponible en: https://www.iea.org/reports/global-hydrogen-review-2025