El Club Español de la Energía organizó el pasado 25 de enero, con el patrocinio de Edp, la jornada de presentación del WEO 2022, elaborado por la Agencia Internacional de la Energía. En la sesión, intervinieron Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico; Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia; Mario Ruiz-Tagle, presidente de Enerclub, y Ana Paula Marques, consejera delegada de Edp.
En su intervención, Mario Ruiz-Tagle señaló que uno de los principales hitos de este informe es la confirmación de que estamos acelerando la transición energética a nivel global, lo que podría significar un punto de inflexión hacia un modelo energético más seguro y sostenible.
El presidente de Enerclub destacó también que “necesitaremos políticas que incentiven las inversiones; desarrollo tecnológico e innovación; apoyo financiero, y que la transición sea social y justa. Todo esto unido al diseño de un plan industrial que contemple posibles vulnerabilidades relacionadas con las materias primas, los minerales críticos o la digitalización”.
Por último, Ruiz-Tagle añadió que “las empresas del sector estamos preparadas para fortalecer el tejido industrial y las cadenas de valor en torno a muchas de las tecnologías clave, como el hidrógeno verde, los biogases, los biocombustibles o la eólica marina, entre otras”.
Por su parte, Ana Paula Marques afirmó que en la próxima década se producirá una enorme transformación hacia las tecnologías limpias. Así lo indican los paquetes legislativos de Europa (Fit for 55, RePowerEU, y Green Deal Industrial Plan), Estados Unidos o Japón.
La AIE estima que, si todos los países cumplen con sus planes de descarbonización, el mercado de tecnologías limpias rondará anualmente los 650.000 millones de dólares a 2030 (más de tres veces las actuales).
“Es importante la colaboración entre empresas y países, complementarnos, y aprender unos de otros. Esta colaboración es indispensable para alcanzar los objetivos climáticos, y también para que la transición sea más segura y menos costosa”, concluyó Marques.
World Energy Outlook 2022 y el contexto energético actual
El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, destacó que este informe trata de dar respuesta a dos cuestiones: por un lado, si la crisis energética mundial derivada de la invasión rusa en Ucrania está acelerando o ralentizando la transición a las energías limpias; y, por otro, cómo la crisis global afecta a los diferentes países del mundo.
Respecto al primer punto, Birol afirmó que las políticas puestas en marcha por los gobiernos están acelerando la transición hacia las tecnologías limpias. El WEO 2022 estima, en su escenario de políticas declaradas, que la inversión global en energía limpia podría superar los 2 billones de dólares anuales a 2030.
Esta aceleración está motivada por cuestiones medioambientales, de seguridad de suministro y por la oportunidad de desarrollo de la industria y de toda su cadena de valor.
En palabras de Fatih Birol: “Los mercados y las políticas energéticas están experimentando profundos cambios derivados de la invasión rusa en Ucrania. Estos cambios no son temporales, y se mantendrán en las próximas décadas. Esto supone un punto de inflexión histórico y definitivo hacia un sistema energético más limpio, asequible y seguro”.
Las energías renovables en 2022 crecieron un 25%, el máximo nivel alcanzado hasta ahora, y que es necesario mantener para lograr la neutralidad climática a 2050. La venta de coches eléctricos pasó del 3% al 15% en tres años respecto a las ventas totales de vehículos.
Birol se refirió a la puesta en marcha de políticas energéticas en diferentes países para apoyar y liderar esta transición, como el Inflation Reduction Act de EE.UU., el Green Transformation Programme de Japón, y otras políticas que se están desarrollando en India o en China.
En la carrera por liderar la nueva era industrial de desarrollo de tecnologías limpias Europa, indicó el director ejecutivo de la Agencia, necesita un plan maestro industrial que le permita competir y posicionarse en el desarrollo de estas nuevas tecnologías. Y consideró una buena notica el anuncio de la presidenta de la Comisión Europea en Davos sobre la puesta en marcha del Green Deal Industrial Plan.
Respecto a los países en desarrollo expuso que, por primera vez en 20 años, la tendencia positiva de mayor acceso a la electricidad se había revertido. Destacó que muchos países se enfrentaban a problemas de asequibilidad por el incremento de precios.
Respecto a Europa, señaló que este invierno se había superado sin grandes problemas de suministro, pero que en 2023 y 2024, será más complicado conseguirlo porque el mercado de GNL estará más tensionado. Y porque China, tras un periodo de reducción de la demanda, ha crecido económicamente, lo que impactará en los mercados energéticos.
Por último, puso el foco en Rusia, país que ha sido el mayor exportador mundial de combustibles fósiles, y en la UE, uno de sus principales clientes. La respuesta europea al conflicto ha reducido paulatinamente las importaciones de estos combustibles procedentes de Rusia, reorientando el comercio mundial de la energía. Rusia tiene una posición más débil en los mercados, y es difícil que pueda compensarla y encontrar nuevos clientes.
Palabras ministra Teresa Ribera
A continuación, tomó la palabra la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera. “En este proceso de transición, no debemos entrar en una guerra comercial, sino que el cambio energético sea una oportunidad de cooperación”. Estamos viviendo una aceleración del sistema energético hacia las energías renovables, un proceso en el que debemos ser cuidadosos y respetuosos, y en el que las personas se sientan beneficiadas, sin percibirlo como una agresión o una fuente de preocupación. Hay que garantizar la seguridad ambiental y el papel de la administración es importante entre la solvencia económica del sistema energético y la atención al beneficio social, en especial de las comunidades locales.
España está muy bien posicionada y no debemos de perder esas oportunidades. Hay que generar un ecosistema atractivo. Apostar también por la industria, las infraestructuras o la formación. Los recursos públicos y privados son fundamentales para facilitar lo más rápido posible la transformación energética a escala global.