Kamel Ben Naceur, Director de Sustainability, Technology and Outlooks de la Agencia Internacional de la Energía, presentó las principales conclusiones de este informe de referencia mundial. En la apertura del acto, estuvo acompañado por Borja Prado, Presidente de Enerclub, y por Miguel Antoñanzas, Presidente de Viesgo.
Borja Prado destacó la relevancia del WEO, cuyos escenarios son fundamentales para el sector energético, resaltando que, para poder entender el sector energético de un país actualmente, hay que conocer y seguir de cerca la evolución previsible de los mercados energéticos internacionales. El Presidente de Enerclub se refirió también a la insuficiencia de los compromisos del Acuerdo de París para frenar el aumento de las temperaturas por debajo de los 2 ºC, la gran relevancia que tienen las energías renovables a futuro o la importancia del binomio agua/energía.
Miguel Antoñanzas coincidió en destacar la relevancia de la publicación para el sector energético, y se refirió a tres conclusiones del informe: el aumento de la demanda, el crecimiento de las tecnologías renovables, y los compromisos derivados del acuerdo de París. Posteriormente se refirió a España y la necesidad de diálogo entre todos los agentes, incluyendo las empresas, para materializar los objetivos que se establezcan en un contexto de eficiencia económica. Para terminar, subrayó la importancia que tiene el cliente en el contexto energético actual.
Compromisos y objetivos climáticos
El experto de la AIE, Kamel Ben Naceur, presentó los diferentes escenarios de la Agencia en torno a la evolución de la demanda y la oferta de energía, con previsiones hasta 2040. En concreto, se ha referido al escenario principal en el que se analiza qué significa para el sector energético los compromisos climáticos puestos sobre la mesa por unos 190 países de Naciones Unidas. “Aunque los compromisos son un gran avance, ha afirmado, el análisis muestra que son claramente insuficientes” y señala a la eficiencia energética y las energías renovables como vehículos imprescindibles para la necesaria transformación del sector energético.
Las energías renovables
Para limitar el calentamiento a menos de 2ºC, según pone de manifiesto el World Energy Outlook 2016, en su escenario 450, casi el 60% de la electricidad generada en 2040 provendrá de energías renovables, y la mitad de este porcentaje será de eólica y solar fotovoltaica. A este respecto, señaló Kamel Ben Naceur, serán necesarios cambios estructurales en el diseño y el funcionamiento del sistema eléctrico para garantizar incentivos adecuados de inversión y para la integración de estas energías. Además, se necesitará un impulso a la utilización de las renovables en los sectores del calor y el transporte, indicó.
Los combustibles fósiles
Otro tema abordado en esta nueva edición del WEO, fueron los combustibles fósiles (carbón, petróleo y el gas). Según se desprende del análisis realizado por la AIE, la señal colectiva enviada por los gobiernos con sus compromisos climáticos, indica que estos combustibles, en particular el gas natural y el petróleo, seguirán siendo la base del sistema energético mundial durante décadas. Sin embargo, matiza el responsable de la Agencia, “esta industria no debería ignorar los riesgos que podrían suponer una transición más brusca”.
Así mismo, Kamel Ben Naceur señaló que estamos entrando en un periodo de mayor volatilidad del mercado de petróleo. “Las inversiones en nuevos proyectos de crudo convencional en 2015-2016 han descendido a los niveles más bajos desde 1950 y, de seguir los recortes en 2017, se necesitará un esfuerzo sin precedentes para evitar un desfase entre oferta y demanda dentro de unos años”, explicó.
En relación al gas natural, el organismo internacional comienza a vislumbrar un mercado verdaderamente mundial y más flexible con una tasa de crecimiento anual de la demanda del 1,5% en 2040. “Una oleada de GNL (ligada a una duplicación del comercio de este combustible) es el catalizador para una segunda revolución del gas natural, con implicaciones de gran alcance en los precios y los contratos”, indicó.
Entre sus principales conclusiones, Kamel Ben Naceur destacó que la seguridad de suministro sigue siendo una preocupación importante, con el aumento de potenciales vulnerabilidades pero también de herramientas disponibles para abordarlas. También hizo hincapié en el impacto del Acuerdo de París en el sector energético, subrayando que dependerá de cómo los objetivos nacionales se vayan traduciendo en acciones políticas reales.
Web: Agencia Internacional de la Energía