Más de 100 personas asistieron a la presentación.
Miguel Antoñanzas afirmó que “la energía necesita de la digitalización para poder sacar adelante la descarbonización”. Añadió que, desde el Club, “uno de nuestros objetivos es acercar el mundo de la energía a la sociedad, porque sin su entendimiento, no podremos conseguir estos objetivos”.
Antonio Llardén, indicó que “tenemos claros los objetivos, pero no tanto como alcanzarlos, no es un proceso sencillo”. La digitalización es imparable, pero también genera incertidumbre, especialmente en el ámbito laboral. Se mostró convencido de que “es esencial hacia la descarbonización, incrementando la eficiencia y el ahorro de energía”.
Para Joan Batalla: “el principal valor del libro es presentar, a partir de la experiencia de importantes actores, las oportunidades y modelos de negocio que ofrece la digitalización”.
La obra se estructura en cuatro grandes apartados, sin olvidar la perspectiva latinoamericana:
El primero, cita las oportunidades que ofrece la nueva era digital, con la aportación de expertos de otros ámbitos de la economía, como el financiero o las telecomunicaciones.
El segundo, se refiere al sector energético en el nuevo entorno digital, que aborda aspectos como la digitalización en los mercados, la transición energética o la digitalización de las redes como palanca de crecimiento y eficiencia.
El tercero, se centra en las tecnologías disruptivas y los clientes digitales, la empresa de servicio público digital, la transformación de organizaciones industriales y la innovación.
El cuarto punto, recoge la readaptación de las empresas energéticas, su capital humano y la interacción con el cliente, así como la estrategia para una transformación digital exitosa.
Por su parte, Marina Serrano destacó que “la digitalización es uno de los grandes retos íntimamente ligado al proceso energético y que requiere del compromiso de todos los agentes y de la sociedad”. La digitalización abre caminos y oportunidades y el sector energético tiene que seguir avanzando en esta línea, lo que implica un cambio del mix de producción y de generación de la energía, así como el empoderamiento del consumidor.