La inauguración de la jornada, comenzó con la intervención de Wenceslao López, Alcalde del Ayuntamiento de Oviedo, quien destacó el papel fundamental que juegan las ciudades en la transición energética, con dos tercios del consumo energético mundial. La edificación, el transporte o la iluminación son especialmente relevantes. “Los grandes compromisos se cumplen a través de la acción de pequeños eslabones. Los municipios deben liderar el compromiso hacia un nuevo modelo”, concluyó.
Por su parte, Miguel Antoñanzas, Vicepresidente de Enerclub, se refirió a la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética, en elaboración en nuestro país que, a su juicio, “debe basarse en el diálogo y el consenso, y ser duradera, integral y flexible para España”. Existen múltiples soluciones, “pero es prioritario acordar aquellas que tengan el mayor impacto positivo en el ciudadano, el medio ambiente, la economía y la industria”. A este respecto, señaló que la interrelación entre energía e industria es vital para la economía y el empleo. “Sólo con una energía a precios competitivos, tendremos una industria competitiva, de ahí la relevancia de la coordinación entre estos dos sectores ante cualquier decisión que sobre sus políticas deba tomarse”.
A continuación, tomó la palabra Manuel Menéndez, Presidente de EDP España, quien ha destacado, entre otras cuestiones, al ciudadano como piedra angular de un modelo cada vez más comprometido e integrado, que debe ser “sostenible económicamente, socialmente aceptado y justo”.
Javier Fernández, Presidente del Principado de Asturias, destacó también el papel central del ciudadano hacia un modelo más sostenible. Para lograrlo, hizo referencia a la importancia de contar con una adecuada política fiscal y un marco estable que favorezca las inversiones. “La revolución energética, concluyó, cambiará nuestro modo de vida y dependerá de nosotros estar preparados”.
La jornada continuó con la ponencia “el círculo virtuoso de la electrificación”, a cargo de José Folgado, Presidente de Red Eléctrica de España, quien señaló que es necesario planificar una transición hacia un nuevo modelo energético que permita alcanzar los tres objetivos tradicionales de política energética: la garantía de suministro, la competitividad económica y la sostenibilidad ambiental. “Una pieza clave de este nuevo modelo energético debe ser la electrificación, en la medida en que es el centro de un círculo virtuoso que permita alcanzar los tres objetivos anteriores”.
Sin embargo, continuó Folgado, para lograr los objetivos deseados será necesario adoptar también algunas medidas complementarias a largo plazo, que afectan a todos los sectores y fuentes energéticas, así como el fomento decidido de la eficiencia energética. Todas estas medidas, concluyó, lograrían que “nuestra dependencia energética exterior, tradicionalmente mucho más elevada que la media europea, dejara de ser el principal causante de nuestro deterioro en la balanza comercial y factor limitador de nuestro crecimiento económico y del empleo”.
A lo largo de tres mesas de diálogo, expertos representantes de compañías, instituciones y asociaciones de diferentes sectores, compartieron con los asistentes sus diversos puntos de vista en torno a cuestiones como la transformación del sector eléctrico, hacia un modelo más eficiente y sostenible; la financiación del nuevo modelo o la dimensión económica e industrial de la energía.
Durante el primer panel, los intervinientes dialogaron sobre la transformación del sector eléctrico y la necesidad de caminar hacia un modelo más eficiente y sostenible. Coincidieron en señalar que el sector energético “es el centro neurálgico de la lucha contra el cambio climático”, por lo que tiene un papel clave en este desafío global. Para conseguir los objetivos marcados, apuntaron los expertos, es imprescindible que se produzca una profunda transformación del modelo energético actual hacia un nuevo modelo menos emisor y que sea capaz, al mismo tiempo, de cubrir la demanda energética mundial de forma fiable y segura, y a precios asequibles.
El segundo y tercer panel versaron sobre la financiación del nuevo modelo y la dimensión económica e industrial de la energía.
Los expertos coincidieron en señalar que la necesidad y el objetivo del nuevo modelo energético necesario son claros. Sin embargo, la manera idónea de implementación y su ritmo no lo son tanto, lo que nos lleva a hablar de planes de “transición energética”, como el camino hacia la consecución de ese nuevo modelo más sostenible. Entre los factores clave para conseguirlo, mencionaron la progresiva sustitución de tecnologías tradicionales por otras menos emisoras, establecer políticas y marcos regulatorios adecuados y cambios en nuestro comportamiento como consumidores de energía.
Para concluir, expusieron que este cambio hacia un nuevo modelo no puede realizarse de la noche a la mañana, debe construir sobre la base de lo que ya tenemos y “asegurar la competitividad, el empleo y las mejores soluciones para la sociedad”.
La clausura contó con la presencia de importantes personalidades, por orden de intervención, Isaac Pola, Consejero de Empleo, Industria y Turismo del Principado de Asturias; Maria Fernández, Vicepresidenta de la CNMC y Miguel Stilwell, Consejero Delegado de EDP España.
Isaac Pola abogó en este proceso de transición por modular el papel del carbón en el mix de generación eléctrica; dotar a Asturias de una red energética suficientemente interconectada; la eficiencia energética aplicada en todos los sectores; y el equilibrio en el mix de generación.
Por su parte, la Vicepresidenta de la CNMC, expuso cómo gestionar esta transición hacia un modelo más sostenible, remarcando que ahora estamos en disposición de realizarlo con respecto a hace 3 años, debido al déficit de tarifa. Modelo que tenga en cuenta la eficiencia energética en todos los sectores y el papel del consumidor.
Miguel Stilwell, Consejero Delegado de EDP España, cerró esta jornada exponiendo que para gestionar bien esta transición, es necesario acercarse más al consumidor. “La experiencia cliente marcará la diferencia entre las empresas que sobrevivirán y las que no”. Apostó por gestionar la transición energética de una forma clara, sencilla, transparente y sostenible.