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El sector energético ante la oportunidad de los Fondos Europeos de Reconstrucción

El Club Español de la Energía y PWC España, organizaron el pasado 21 de septiembre un encuentro virtual sobre la oportunidad que presentan para el sector energético los Fondos Europeos de Reconstrucción.

Contó con la participación de Arcadio Gutiérrez, director general del Club Español de la Energía, Manuel Martín, socio responsable de Mercados y CEO de PWC España y Oscar Barrero, socio responsable de Energía dePWC España.

Durante su intervención, Arcadio Gutiérrez, en referencia a los Fondos Europeos de Recuperación, señaló: “Se presenta ante la economía española en general y ante el sector energético en particular, una gran oportunidad que no debemos dejar pasar. Por eso, desde Enerclub, hemos querido celebrar el primero de una serie de webinars sobre esta materia, para poder aprovechar todo su potencial”.

La UE ha establecido un paquete de fondos inédito de más de 2.024 billones de euros para reparar los daños causados por la Covid-19 y transformar la economía. Estos fondos se estructuran en el Marco Financiero Plurianual 2021-2027 que establece un presupuesto de 1.074 billones de euros; el Plan de Recuperación para Europa (Next Generation EU), que cuenta con 750 billones de euros entre 2021 y 2022; y el fondo de garantía del BEI con 200 billones de euros.

El Plan de Recuperación se compone de varios subfondos que supondrían 400.000 millones de euros de inversión directa en los estados miembro y el resto en préstamos. Se han distribuido según el grado en el que se han visto afectados los países por la Covid-19.

PWC presentó estos fondos que se focalizarán en torno a tres vectores: la transición ecológica o Pacto Verde, centrado a su vez en seis pilares (descarbonización, eficiencia, contaminación cero, “de la granja a la mesa”, economía circular y movilidad sostenible e inteligente); la transición digital, enfocada a como ganar eficiencia los servicios públicos y generar competitividad industrial a través de las nuevas tecnologías; y la reindustrialización/resiliencia, centrada en asegurar la competitividad industrial y ayudar a alcanzar la ambición climática (ciberseguridad, internet de las cosas, salud inteligente, hidrógeno).

A España le han correspondido 140 billones, un 52% en forma de subvención y un 48% en préstamos, es decir, 72,7 billones en subvenciones y 67,3 billones en préstamos.

Este Plan involucra a todos los ciudadanos, instituciones y agentes sociales y, además, cuenta con un calendario muy ajustado que pasa por la presentación del Plan Nacional de Reformas por cada estado miembro en octubre, o el comienzo de la presentación de proyectos a partir de enero. “Este es un proyecto país”, apuntó Manuel Martín.

PwC está colaborando estrechamente con administraciones y asociaciones empresariales en el asesoramiento en este ámbito. Un ejemplo de dicha colaboración es la creación junto con la CEOE, de una oficina técnica para informar y asesorar a los distintos grupos de interés, trasladar las necesidades del empresariado en la configuración del Plan Nacional de Reformas e Inversiones y aprovechar al máximo el Plan Europeo de Recuperación.

Por su parte, Oscar Barrero, afirmó que todavía hay muchas cuestiones pendientes, ya que es un proceso que se está iniciando, con el Gobierno elaborando el plan estratégico de reconstrucción que tiene previsto entregar a Europa a mediados de octubre, y en el que el sector de la energía es uno de los sectores clave en estos fondos.

La colaboración público-privada va a ser fundamental a través de modelos de colaboración o consorcios. Citó algunos ejemplos, como el proyecto ecosistema de transporte digital (connective); el proyecto corredor del hidrógeno; o el proyecto centro de excelencia del vehículo eléctrico.

Europa quiere destinar parte de los fondos a pequeñas y medianas empresas, por lo que los consorcios en los que participen estas compañías, serán vistos positivamente por la UE.

Manuel Martín apuntó que el 37% de estos fondos irán destinados al sector energético que “debe actuar como catalizador y dinamizador con proyectos transformacionales”. A su juicio, hay dos tipos de proyectos: los ya definidos que se pueden plantear con un grado de ambición mayor y los proyectos diferenciales que sin ayudas no se habrían podido realizar. “Sin proyectos no habrá fondos, por lo que urge su puesta en marcha”. La UE quiere que el 70% de los proyectos se entreguen entre 2021 y 2022, porque es la forma de garantizar que estos fondos se utilicen.


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