El informe destaca los beneficios significativos que la eficiencia energética tiene sobre la economía global, el sistema energético y el medioambiente y cómo el éxito de los esfuerzos hacia una energía más limpia en todo el mundo depende de la integración de las políticas de eficiencia energética, las energías renovables y otras herramientas en el sistema energético a través de un enfoque político armonizado.
Entre los principales mensajes, el experto de la AIE destacó, que la intensidad energética mundial disminuyó un 1,8% en 2016 respecto al pasado año. Desde 2010, la intensidad ha disminuido a una tasa promedio del 2,1%, (primera vez que se producen seis años consecutivos de mejora), lo que confirma un cambio de comportamiento de lo sucedido desde los años 70, con un promedio anual de 1,3% de disminución. Esto significa que en 2016, el mundo habría utilizado un 12% más de energía de no haber sido por las mejoras de eficiencia energética desde el año 2000, lo que equivale a añadir otra Unión Europea al mercado energético mundial.
Las mejoras en la intensidad energética han sido el factor más importante para mantener las emisiones globales de gases de efecto invernadero, procedentes del sector energético, sin cambios en los últimos tres años.
La innovación tecnológica también está creando nuevas oportunidades para el progreso en la eficiencia energética, como las soluciones integradas en las que la eficiencia y la energía renovable trabajan juntas para ofrecer resultados de energía limpia al menor coste.
Además, las mejoras en la eficiencia energética ayudaron a los hogares de todo el mundo a ahorrar entre un 10 y un 30% de sus gastos anuales de energía en 2016. La cantidad de dispositivos conectados que usan los hogares en todo el mundo está creciendo sustancialmente. Estos dispositivos, que se pueden conectar a redes y otros dispositivos, brindan nuevas oportunidades para el ahorro de energía mediante un control más preciso de la cantidad de energía que se utiliza.
Sin embargo, las políticas de eficiencia energética se redujeron significativamente en 2016 en el mundo y más del 68% del uso final de la energía a nivel mundial permanece al descubierto por las políticas que ordenan la eficiencia energética.
“Hubo una notable desaceleración en la implementación de nuevas políticas en 2016, y esta tendencia parece continuar en 2017”, señaló el experto de la AIE. “Los países deberían centrar sus esfuerzos en políticas cuyo foco sea el 68% del uso de la energía global que no está cubierto por normas de eficiencia”.
El éxito de los esfuerzos hacia una energía más limpia en todo el mundo depende de la integración de las políticas de eficiencia energética, las energías renovables y otras herramientas en el sistema energético a través de un enfoque político armonizado.
Para la Agencia Internacional de la Energía, es clave cumplir con estos objetivos y ofrece su ayuda a los países para lograr el potencial de eficiencia energética no satisfecha, a través del intercambio de conocimientos entre los mismos, y de asesoramiento sobre las políticas a aplicar.
También expuso los beneficios en términos de ahorro de energía importada, afirmando que sin las medidas de eficiencia, Japón hubiese necesitado importar un 20% más de petróleo y gas, con un coste de 20 billions USD.
En relación a las inversiones en materia de eficiencia energética, indicó un incremento del 9% en 2016 respecto al año anterior con China a la cabeza y el sector edificios como predominante, que representa un 60% de las inversiones.
Para concluir, Samuel Thomas señaló que en España se han producido importantes progresos desde 2005, con un desacoplamiento del consumo energético y la actividad económica. Destacó, sobre todo, las políticas de eficiencia energética en el sector residencial.
Free download: http://www.iea.org/efficiency