El evento, al que asistieron un centenar de personas, contó también con la participación de Miguel Antoñanzas, presidente de Enerclub, y Arcadio Gutiérrez, director general de la asociación.
Los 65 alumnos que cursaron los diferentes másteres de Enerclub, especializados en finanzas de la energía, negocio y derecho energético, recibieron su diploma acreditativo. Durante el último año (junio 2018-junio 2019), más de 600 alumnos y 520 profesores, participaron en los 24 cursos realizados por Enerclub, a los que hay que añadir la formación e-learning, convirtiéndose así en referencia formativa.
Durante su intervención, Miguel Antoñanzas afirmó que la formación es una de las principales líneas programáticas de Enerclub, “porque creemos firmemente que el dinamismo de nuestro sector obliga a una formación continuada y multidisciplinar”. “Este año, se han realizado nuevos cursos sobre temas de actualidad que han tenido muy buena aceptación, especialmente los referidos a la financiación de energías renovables (PPAs), y la digitalización (Big Data, Inteligencia Artificial o Blockchain)”.
Enerclub continúa potenciando la formación on-line con Latinoamérica, incorporando dos cursos nuevos sobre gobierno corporativo y sobre normas internacionales de información financiera, “que complementan nuestra oferta basada en una combinación de materias financieras y regulatorias”.
Respecto a los másteres, Antoñanzas destacó que “son una oferta formativa única en el mercado, según los propios alumnos, por el alto nivel del profesorado y porque aúnan el mejor contenido en materia de negocio, finanzas y derecho adaptados al sector de la energía y a su evolución”.
A continuación, Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), pronunció la ponencia magistral. Reconoció que España venía de una crisis profunda, pero que en la actualidad, está creciendo a un ritmo del 3% y generando empleo, “que proviene en un 90% de las empresas privadas”. La salida de la crisis ha supuesto un cambio social, con la globalización y la revolución digital. No obstante, añadió, “nos preocupa la deuda del Estado, cercana a un 98% y en manos extranjeras”.
Para Garamendi: “La revolución real del siglo XXI es la energética”. Indicó que este sector es uno de los pilares fundamentales para mantener el estado de bienestar, pivotando sobre tres factores: las personas, el medio ambiente y la sostenibilidad económica. En referencia a los objetivos a 2030, apostó por todas las tecnologías y apoyó a la industria, destacando que el PIB industrial se encuentra en el 16,5% del que un 5% corresponde a la industria energética.