El Acuerdo de lucha contra el cambio climático firmado en París es una buena noticia para el sector
El Presidente del Club destacó, entre otros temas, al gran dinamismo del año 2015, refiriéndose a los principales acontecimientos que tuvieron lugar en el plano internacional: bajada de los precios de las materias primas energéticas, avances en la integración de los mercados energéticos europeos, y el Acuerdo firmado en París, que confirma el compromiso de la humanidad en la lucha contra el cambio climático, donde el sector energético tiene especial protagonismo. Para la industria europea, indicó, “el Acuerdo de París supone una buena noticia, ya que implica que las reglas de juego de toda la comunidad internacional estarán alineadas, y no como ha ocurrido en los últimos años, donde ciertos sectores han visto mermada su competitividad, por haber caminado la Unión Europea de manera aislada en la transición hacia un nuevo modelo”.
El Secretario de Estado, en primer lugar, recalcó que dentro de las políticas para mejorar la competitividad se encuentra la energética y, a continuación, realizó un análisis de las distintas propuestas en materia de política energética incluidas en el Acuerdo firmado entre PSOE y Ciudadanos.
La propuesta del Gobierno en funciones para el futuro es un pacto nacional en energía que incluya, entre otros elementos, una senda razonable de penetración de renovables.
Respecto al cierre progresivo de las nucleares a partir de los 40 años de vida útil, indicó que supondría un coste muy elevado para el país renunciar a las centrales, sin hacer un análisis de su estado y viabilidad, y sin prever cómo sustituir estos activos energéticos.
Sobre el objetivo de 100% renovables en el año 2050, según el Secretario de Estado, no existe desarrollo tecnológico hoy en día para que esto sea posible. ¿Cómo se sostiene el sistema en los momentos que no hay suficiente recurso renovable, cuando al mismo tiempo cerramos nucleares? Las renovables, con todas sus ventajas, son en la actualidad un coste y no un ahorro para el sistema, “no ha llegado el punto todavía en que puedan competir con las convencionales”, añadió.
Nadal, además, indicó que si España prohíbe las prospecciones de hidrocarburos en su territorio, sería el único país europeo, junto con Francia, que se niega a conocer sus recursos fósiles, algo que es incompatible con la búsqueda de una mejora de la seguridad de suministro debido a los índices de dependencia energética del país.
También se refirió a la relevancia de las interconexiones, ya no tanto para poder exportar excedentes de generación eléctrica renovables, sino para poder garantizar la energía de respaldo necesaria para suplir la intermitencia de las tecnologías renovables cuando no existan recursos suficientes.
Por último, se refirió al Real Decreto de autoconsumo, mencionando todos los países en los que existen cargos (Dinamarca, EE.UU, Portugal, entre otros). Según explicó, dichos cargos, evitan subvenciones cruzadas en perjuicio de la sociedad.
Tras este análisis, indicó que la propuesta del Gobierno en funciones para el futuro es un pacto nacional en energía, cuyo objetivo fundamental sería la creación de empleo, teniendo en cuenta los objetivos medioambientales y de seguridad de suministro. Lo primero, subrayó, sería pactar una senda razonable de penetración de renovables que combine las obligaciones europeas con las curvas de aprendizaje. También deberían ser cuestiones de acuerdo de Estado: la nuclear, no debiéndose acordar el agotamiento de los activos mientras estos son rentables; las interconexiones, como elemento crítico; y la eficiencia tanto en la industria como en la edificación.
A continuación, los ponentes encargados de presentar los datos más actualizados de la estructura energética de 2015 y las previsiones para 2016, en el ámbito del Petróleo, el Carbón, el Gas, la Electricidad, y las Energías Renovables fueron, por orden de intervención: María Teresa Velasco(Minetur); Álvaro Mazarrasa (AOP); Oscar Lapastora (Carbunión); Marta Margarit (Sedigas); Pedro González (Unesa); y Jose Miguel Villarig (APPA)
Algunos de los principales indicadores para el año 2015 destacados fueron, entre otros:
■ La demanda energética total (final y primaria) así como la eléctrica, de productos petrolíferos y de gas crecieron de manera moderada por primera vez en años, consecuencia, principalmente, del crecimiento económico del 3,2%.
■ Se ha incrementando la participación de los combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón) en la demanda primaria (hasta el 74%) para compensar una meteorología desfavorable a las renovables (notable reducción de la hidráulica y, en menor medida, de la eólica).
■ A pesar de la meteorología, el peso de la renovables, incluyendo biocarburantes, en el consumo final bruto creció hasta el 17,43% (frente al 17,31 de 2014), lo que supone estar un 3,63% por encima del objetivo marcado por la Directiva europea para 2015.
■ La intensidad energética final mantuvo la tendencia positiva de los últimos años. Sin embargo, la intensidad energética primaria experimentó un ligero repunte por el mix resultante de la meteorología.
Como viene siendo tradicional, todas las ponencias de este evento se reunirán en la publicación “Balance energético de 2015 y perspectivas para 2016"