María Victoria Zingoni recordó que AEMENER surge a iniciativa de un grupo de profesionales vinculados a la energía, a título personal, y tiene como objetivo principal, trabajar atrayendo talento femenino a las distintas actividades del sector y respaldar a las mujeres para que permanezcan y vean impulsadas sus carreras.
Indicó que, al igual que el Club Español de la Energía cree firmemente que todas las energías son necesarias e integra a representantes de todas sus fuentes, también cree en la necesidad de integrar diferentes enfoques como el de género. Por eso, la existencia de Asociaciones como AEMENER son una necesidad, sobre todo, si con ellas se consigue avanzar en la igualdad de oportunidades para los hombres y mujeres en el campo energético, algo que no ocurre en la actualidad.
Para conseguirlo, es necesario favorecer el acceso de la mujer al empleo en nuestro sector impulsando un cambio cultural en la formación y mejorando la comunicación y la concienciación para que desde edades tempranas las jóvenes encuentren atractivas las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas)
A continuación, Carmen Becerril, enmarcó esta jornada de AEMENER dentro de un día tan señalado como el 8 de marzo, del que tras repasar su más de un siglo de historia, dijo que también “debemos aprender de experiencias vividas”.
Ana Moreno se refirió a las tendencias organizativas humanistas, resaltando las organizaciones evolutivas, como recoge en su libro "La revolución silenciosa del profesional del siglo XXI". En este, analiza desde la perspectiva de la función de recursos humanos, la evolución de los trabajadores del conocimiento y los estilos de liderazgo necesarios en estos contextos.
Los conceptos compromiso y productividad, que están totalmente relacionados, arrojan unos datos “demoledores” en España. Más del 70% de los empleados no se sienten comprometidos con sus compañías. ¿Qué estilo de liderazgo necesitamos para revertir esta situación?. Los modelos de autogestión, de propósito evolutivo y de plenitud, son las principales aportaciones al respecto.
Hablamos de un cambio estructural que sitúa al equipo en el centro, en el que lo comunitario se impone a lo individual y donde la diversidad es fundamental. “En esto, las mujeres tenemos mucho que decir. Si nosotras no estamos en primera línea, estos cambios hacia organizaciones más humanas, serán más lentos”, concluyó Ana Moreno.
María Teresa Costa y Marina Serrano, presentadas por Carmen Becerril, compartieron su experiencia profesional, que empieza por estar acostumbradas a hablar a hombres, en referencia a la audiencia del acto de hoy, mayoritariamente femenina. Los hombres ocupan la mayoría de los puestos directivos y reivindican que no existan “barreras de entrada distintas” dependiendo del género. Aconsejaron determinación sobre el desarrollo personal y profesional, desligándose de los estereotipos sociales.
Más información en Asociación Española de Mujeres de Energía (AEMENER)