Podéis descargar el estudio en el siguiente enlace: https://bit.ly/38T4YYq
En la publicación, han colaborado más de 20 autores bajo la coordinación de José Sierra, miembro de la Real Academia de Doctores de España, de los cuales han participado en el evento: Miguel Ángel Lasheras, consultor y economista; Antonio Gomis, vicepresidente de Honor de Enerclub; Pedro Mielgo, presidente de Madrileña Red de Gas; Pedro Rivero, presidente de Liberbank, y Alfonso González, ex consejero de la Agencia Europea de Reguladores Energéticos (ACER).
Arcadio Gutiérrez, director general del Club Español de la Energía, indicó que “estamos ante una transformación que debe ser contemplada y gestionada en su totalidad. Cada sector económico, deberá hacer sus propios avances para que los objetivos globales puedan alcanzarse. Esto requiere, sin duda, la necesaria contribución de todos y cada uno de los agentes incluyendo, por supuesto, el rol del consumidor cuyas decisiones de inversión pueden marcar la diferencia”. Habló de futuro y de consenso.
Elena Aparici, dijo que la transición económica y energética es un reto global que no podemos posponer. La transición ecológica y el desarrollo de la economía verde es uno de los seis ejes de la reactivación económica. Señaló la ley de cambio climático y transición energética, el PNIEC y la estrategia de transición justa, como figuras determinantes para actuar contra el cambio climático y conseguir la neutralidad de emisiones, además de generar empleo y riqueza al país.
Sobre la dimensión financiera, dijo que es el soporte para realizar las inversiones necesarias en la transición energética, y que requiere de un adecuado entorno regulatorio.
Como próximos pasos a seguir, indicó que para atajar el cambio climático hay que cambiar el modelo de producir y consumir energía. Es un proceso urgente y con gran amplitud de respuestas. Afecta a todos los sectores y requiere la implicación de todos: consumidores, empresas, sector financiero y sector público. Afirmó que existe una apuesta clara y decidida por la transición ecológica, que ofrece una oportunidad de futuro para toda la sociedad.
A continuación, los coordinadores del estudio presentaron las principales conclusiones.
José Sierra habló sobre el alcance del documento. El estudio enfatiza la necesidad de una cultura energética nueva en la que participen todos los agentes, destacando el papel del ciudadano. También se refirió al necesario marco regulatorio estable y predecible y a una mayor coordinación entre los reguladores.
Miguel Ángel Lasheras, se refirió al contexto económico global especialmente a raíz del Covid-19. Bajada de la demanda y de los precios sin precedentes. Se han movilizado gran cantidad de recursos económicos con requerimientos relacionados con el mantenimiento del empleo y la consecución de la transición energética.
Antonio Gomis, se centró en las necesidades de inversión en el mundo. Según la AIE, las inversiones mundiales en energía son insuficientes para cumplir los objetivos medioambientales. El sector eléctrico y el de hidrocarburos han sido los que más han invertido en los últimos años junto con el residencial. Las inversiones se mantuvieron estables en 2019 y se prevé que bajen en torno al 20% en 2020 a causa de la pandemia.
Pedro Mielgo indicó las necesidades de inversión energética en España. El PNIEC recoge unas inversiones totales de 241.000 millones de euros destinadas fundamentalmente al sector eléctrico. El 80% corresponden al sector privado y el 20 al público. Estas inversiones podrían suponer un aumento del 1,8 del PIB en 2030 y entre 250.000 y 350.000 puestos de trabajo. Señaló incertidumbres respecto al comportamiento de la demanda o el ritmo al que se va a llevar a cabo la electrificación.
Pedro Rivero aludió al papel de las instituciones financieras. “La inversión es la necesidad y la financiación la posibilidad”, ambas necesarias para cumplir los objetivos de la transición energética. Tras el Covid, la situación es de gran incertidumbre. Para hacer posible las inversiones, necesitamos una taxonomía que garantice el equilibrio entre inversión y financiación.
Alfonso González Finat, resaltó el papel de Europa en la financiación. “La Comisión Europea está implicándose en estas cuestiones de financiación y en el relanzamiento de la economía”. Destacó que hay oportunidades para España y fondos, a la espera de ser aprobados. “Hay que estar preparados para cuando estos fondos europeos se repartan”, añadió.
Posteriormente, en la mesa redonda sobre la reconstrucción económica y la financiación sostenible, participaron, por orden de intervención:
Helena Viñes, Global Head of Stewardship and Policy, member of Experts Group at European Commission, Deputy Head of Sustainability, de BNP PARIBAS, afirmó sobre la estrategia de financiación: “no hay transición sin el sector financiero”. Se centró en la taxonomía, como método de medición común y en los diferentes aspectos que están desarrollándose en Europa como parte del Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la UE.
Ricardo Gimeno, jefe de la división de Análisis e Inteligencia de Mercado del Banco de España, se refirió a cómo la taxonomía desde el punto de vista del inversor, significa “no ir a ciegas”, pero está sobre todo enfocada a entidades privadas. Cree que hay que calificar un grado de verde en las deudas públicas de los países para que crezcan los tipos de activos verdes en el valor de las carteras.
Juan Carlos Delrieu, director de Estrategia y Sostenibilidad de la Asociación Española de Banca, afirmó que la banca está más involucrada que nunca con la transición energética. “El sector financiero juega un papel fundamental, pero es necesario ir acompañados de otros actores” (empresas, sector público). A su juicio, los estímulos económicos de Europa deben tener un impacto y percibirse a corto plazo. España debe contar con proyectos bien trazados, modernos y rentables.