Arcadio Gutiérrez, Director General de Enerclub, e Íñigo del Guayo, Catedrático de Derecho Administrativo y coordinador del evento, se encargaron de la inauguración.
A modo introductorio, el Sr. Del Guayo explicó la historia de la Carta de la Energía, recordando como la primera (de ámbito europeo) se firmó en diciembre de 1991 también en la Haya, con el objetivo principal de garantizar las relaciones energéticas (inversión y transito de energía) entre Europa y las antiguas repúblicas soviéticas. Tres años después condujo a la adopción en Lisboa del Tratado de la Carta de la Energía y de su Protocolo sobre Eficiencia Energética y Aspectos Medioambientales, ambos entrando en vigor en abril de 1998.
Poco a poco, se han adherido cada vez más países y generado un acervo universal de cuáles deberían ser los principios jurídicos del comercio energético. Desde 2014, el Secretariado del Tratado ha promovido una nueva Declaración política que actualice la europea de 1991, y que finalmente se adoptó formalmente, como se adelantaba, el pasado mes de mayo en la Haya, por un total de 75 países.
Ernesto Bonafé, experto del Secretariado de la Carta de la Energía, explicó en detalle el significado de esta nueva Declaración y sus principales objetivos, destacando el fortalecimiento de la cooperación energética entre los Estados signatarios para responder mejor a los retos energéticos comunes a nivel nacional, regional e internacional. Recalcó, además, que la Carta tiene motivación de mercado y vocación global (países consumidores, productores y de tránsito, desarrollados y en desarrollo).
Sus principios cubren todos los aspectos del sector: acceso a los mercados, liberalización del comercio, promoción y protección de inversiones, principios de seguridad, transferencia tecnológica, eficiencia energética y energías limpias, acceso universal a la energía, educación, diversificación de las fuentes y de las rutas.
Entre los beneficios, subrayó que “con un sector energético en transformación en el que hay que delimitar el rol de las instituciones y del mercado y con vistas a cumplir con objetivos establecidos para 2050, parece importante contar con unos parámetros o referencias de buena gobernanza que den estabilidad y seguridad a largo plazo.”
Por parte del Secretariado de la Carta también participó Han Wang, Asesora de la Administración Nacional Energética China. La Sra. Wang, tras explicar el contexto energético de su país (mayor productor mundial de energía y mayor consumidor, con una dependencia creciente de las importaciones de petróleo y el gas), destacó que China, país signatario de la Carta, está participando activamente y mostrando un fuerte apoyo político, porque lo consideran un buen mecanismo de cooperación.
El programa incluyó además intervenciones por parte de Gema Rico ( Jefa de Asuntos Internacionales de la Energía de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia), que explicó la relación de la UE con la Carta; Leigh Hancher (Prof Dr de la Universidad de Tilburg, y Allen & Overy), que se centró en sus posibles implicaciones legales futuras; y el catedrático de Derecho Administrativo José Manuel Díaz, que junto con e Iñigo del Guayo, cerraron la Jornada exponiendo las principales conclusiones.
Para más información sobre la Carta Internacional de la Energía, se puede visitar: http://international.energycharter.org/process/international-energy-charter-2015/