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El estudio recoge el estado actual y prospectivas de futuro a 2021 del mercado de gas, incluyendo la desaceleración de su demanda a pesar de la reducción de los precios. Según esta nueva edición, la demanda global de gas vuelve a crecer en 2015. Sin embargo, dicho crecimiento es mucho menor al de pasados años. Estima, además, que la demanda alcanzará 3,9 trillones de metros cúbicos en 2021, con un crecimiento medio anual del 1,5% (frente a al 2,5% del periodo 2009-2015) que equivale a un incremento de 340 bcm entre 2015-2021.
Un crecimiento más lento de la demanda de energía primaria a nivel mundial y una bajada en la intensidad energética de la economía mundial están disminuyendo el crecimiento de la demanda de todos los combustibles fósiles, incluyendo el gas. Los bajos precios de las combustibles fósiles por el momento no han compensado esta tendencia.
La participación del gas en el mix todavía aumentará marginalmente durante los próximos 5 años (es el único recurso fósil que no disminuye su participación). En particular, en el sector eléctrico, la ralentización del crecimiento del consumo de gas se explica en parte por la competencia a la que se enfrenta con otros recursos. “Es difícil que el gas pueda competir en un mundo en el que hay carbón muy barato, o políticas de apoyo a las tecnologías renovables”, explicó la Sra. Jacazio.
En particular en EE.UU, la AIE estima que el crecimiento de la demanda de gas disminuya de forma notable, como consecuencia del estancamiento de la generación eléctrica (en 2015-2021, estima que la producción eléctrica aumente sólo unos 150 TWh) y limitándose sólo a reemplazar a la capacidad de carbón que se retire. En la UE, la demanda de gas se recuperará gradualmente en dicho periodo, principalmente reemplazando a las plantas de carbón y nucleares que se retiren. Por su parte, China será el motor de la demanda global de gas aunque con un crecimiento mucho más lento (4% en 2015-2021, frente al 15% del 2009-15) y donde India jugara también un papel importante en este sentido.
En cuanto a la producción, según el informe, la de Qatar, Rusia y los países del Sudeste Asiático va a desacelerarse por, entre otras razones, moratorias en plantas de LNG, debilidad de demanda o insuficiencia en inversiones. En cambio, en Australia o en Estados Unidos habrá aumento de producción destinado principalmente a las exportaciones. En la UE continuará el descenso de la producción y se observará un ambiente de precios más competitivos por la reducción de costes para importar gas de Estados Unidos.
Grandes cambios de van a observar también en las importaciones. Corea y Japón van a reducir sus importaciones (actualmente constituyen cerca del 50% de las importaciones de GNL), pero dependerá sustancialmente de la vuelta a la energía nuclear en Japón. Por su parte, regiones como China, India o la UE aumentaran sustancialmente sus importaciones.
Se espera que los precios de gas se mantengan debido a la desaceleración de la demanda y el aumento de la capacidad de exportaciones de GNL, lo cual tiene un impacto importante en nuevas inversiones.Para acceder a la publicación contactar con la International Energy Agency