Nuestro director general, destacó en la apertura de este Congreso, tres ideas. La primera, relacionada con el trilema energético. Señaló que, en los últimos años, los tres pilares clásicos de la política energética (seguridad, sostenibilidad, competitividad) se situaron al mismo nivel de importancia. Y recalcó la mayor relevancia de los aspectos sociales. “El fin último de toda política y regulación energética debe consistir en la protección, ayuda e involucración de los consumidores”.
La segunda, relativa a la complementariedad de la política energética, regulación y mercados. “La regulación es el instrumento clave para la puesta en práctica de las políticas y para su conciliación con el buen funcionamiento de los mercados”. Resaltó el Mercado Interior de la Energía como una herramienta clave.
Y, por último, destacó algunos principios básicos: seguridad jurídica, coherencia jurídica y técnica, simplicidad en la medida de lo posible, coordinación entre distintas administraciones, y participación efectiva de los agentes.
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